viernes, 15 de agosto de 2008

Los días de fiesta deberían ser todos así

Me he despertado a las diez y pico. He remoloneado poco, me he levantado, he hecho café.
He puesto una lavadora y he quitado la ropa del tendal. Hemos escuchado al Pingüino. He empezado "El Consuelo", de Anna Gavalda. Hemos mirado cómo crecen nuestras plantas.
Me ha propuesto ir a la piscina. Hacía un poco de fresco, pero hemos ido. El agua estaba deliciosamente fría. La hierba bastante húmeda. La piscina desierta. He leído compulsivamente, el libro atrapa. Hemos charlado sentados en el borde, de esto, de aquello, de todo, de nada.
Hemos vuelto a casa. Nos hemos comido, a la hora del aperitivo, en la cama. Luego en la ducha. He preparado una comida ligera como nosotros: carne y verduras a la plancha y piña de postre. Nos lo hemos comido todo. Nos hemos sentado a ver a Nadal. Yo me he dormido la siesta encima de él, con los ruidos de peloteo de fondo. Me he despertado y he comido algo dulce. Y me he leído más de media novela de un tirón. Me está encantando. Voy a sacar dos entradas de cine. No sé todavía para qué película.
Los días de fiesta deberían ser todos así.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberían ser todos así: perfectos. Y deberíamos tener fines de semana de tres días!

Cris dijo...

Que todos los fines de semana sean de tres días es uno de mis sueños favorito!!!