martes, 2 de noviembre de 2010

Herencia genética ante las situaciones de estrés

Herencia genética o aprendizaje, no lo sé. Quizás mezcla de ambas. De mi madre he heredado las ganas de vomitar cuando estoy estresada. De mi padre el insomnio al amanecer. Y, aquí me encuentro, con el estómago revuelto y los ojos como los de un búho al filo de las cuatro y media de la mañana. Un día de estos contaré lo que me pasa: aun lo estoy digiriendo.