jueves, 28 de agosto de 2008

Cuando los elementos multimedia me abandonan

Mi relación con la tecnología es de amor-odio, como sabéis. El domingo no me funcionaba Internet. De repente, dejó de funcionar. No sabía por qué. Como estaba sola en casa, no podía gritarle SOS a nadie. Tuve un primer pronto de mosqueo, porque lo que quería era escribir, navegar un rato, en una tarde calurosa y distendida de domingo. A las 21h todavía hacía 29 grados.
Pero cuando me di cuenta de que funcionaba la tele y el teléfono, le di mentalmente las gracias al dios del Imagenio, porque en el Nidito, cuando no hay Internet tampoco hay tele ni teléfono y el par de veces que se ha dado esta situación siempre me da por pensar que (coño, con perdón) hacíamos con nuestras vidas antes.
No hace tanto no sólo no había Internet y sólo había dos canales y generalmente una televisión por hogar. Haciendo un esfuerzo muy intenso creo recordar que yo me entretenía leyendo, escribiendo e imaginando.
Quizás esa sensación que hoy tenemos cuando los elementos multimedia nos abandonan, es la misma que teníamos cuando había un apagón. Ahora ya casi no se va la luz, pero antes, el calor, el frío, una tormenta…cualquier cambio meteorológico dejaba las casas sin luz: había que encender velas y recuerdo esos episodios como aventuras divertidas y muy muy lejanas.
Quién no ha oído decir en su familia que un hermano, un primo, un sobrino es fruto de un oportuno corte de luz. Claro, que, mañana a nuestros hijos, sobrinos y nietos quizás tendremos que decirles que son fruto de un corte del Imagenio…sin Internet, sin ninguno de los ciento y pico canales de televisión, sin teléfono, sin batería en el móvil, ya se sabe…

2 comentarios:

Olga dijo...

Antaño, cuando se iba la luz en casa, nos poníamos a jugar a las cartas. Una partida muy romántica a la luz de las velas, con mis padres y mi hermana.
la oscuridad me daba un poco de respeto, pero también alimentaba mi imaginación.
Qué tiempos aquellos.

Cris dijo...

Como ahora parece que las cartas existen solo en los solitarios del ordenador...