sábado, 5 de julio de 2008

La barbacoa

Ayer hicimos la primera barbacoa en casa, en nuestro espacioso patio, que es lo mejor que tiene el Nidito. Como el tiempo no ha acompañado esta primavera, la barbacoa ha estado tres meses en la caja desde que la compramos, pero ayer, por fin, se hizo protagonista de la velada.
La cosa pintaba un poco rara, porque ninguna de mis amigas íntimas podía venir y esto me deprimió un poco durante todo el día. Casi todos los asistentes eran amigos de él, y yo estaba cansadísima después de toda la semana, que siempre me pone más susceptible.
Tengo que reconocer que yo ya estaba un poco torcida y que la cosa empeoró cuando vi que, no sólo no tendría íntimas a mi lado, si no que contábamos con la presencia de la exnovia ideal, que vino de los primeros, ideal como siempre, delgadísima como siempre y encantadora.
Pero fue cuestión de relajarse y todo fue genial.
La carne y la alegre parrillera argentina: perfecto. No había comido una carne tan buena y bien hecha hace tiempo.
El picapica: parecía mucha comida, pero cayó poco a poco.
La sangría de cava: invento arriesgado pero que triunfó.
Los invitados: aunque muchos no se conocían entre ellos, yo creo que más o menos todo estuvo bien.
La casa después de: bastante bien para como puede uno pensar que va a quedar. Se rompió un vaso, único accidente. Eso si, en el salón, que ensucia más.
Me lo pasé francamente bien, ya estoy con ganas de repetir. Como cada vez que me acuesto tarde, a las 8 y media estaba como un gallo. Hoy no perdono la siesta.

1 comentario:

Unknown dijo...

Doy fe que a las 9:00 h estabas despierta, y enganchada al facebook.