miércoles, 23 de julio de 2008

Salir de viaje

Le dejé a mi hermana la maleta grande cuando me la pidió, porque la suya se le había roto y se ha ido una semana a Austria. Ha ido a visitar amigos que viven allí y necesitaba una maleta grande para poder traerse ropa de invierno de su amiga Paula, nuestra vecina de toda la vida, que es música, pianista y la mejor cocinera de roscones de reyes que conozco. No pude decirle que no, se llevó la maleta y yo me quedé con mi maleta de fin de semana y pensé, "bueno, me las arreglaré con un par de bolsitas más". Pero al final he decidido dejar el coche en Madrid y marcharme a Santander en tren. Un poco por descansar, un poco por probar los trenes nuevos de Renfe, otro poco por evitar que me multen otra vez, que llevo una época fina. Por eso, una maleta pequeña y un par de bolsitas es una mala idea.
Ayer me costó un montó hacer la maleta. Porque al norte hay que llevarse de todo: los bikinis, varios, que no se secan como en el sur, los vestidos playeros, y los arreglados, los vaqueros para estar cómoda, la toalla de la playa, los zapatos, las sandalias, el chubasquero por si llueve, unas chaquetitas por si refresca, las zapatillas de deporte por si diluvia, algún que otro fular para el cuello para las noches, que cae la heladita...al final he usado mi maleta pequeña y una mochila enorme. Creo que con eso me podré apañar.
Tengo los dos bultos apilados en la entrada, junto a mi bolso, que pesa un montón porque llevo un pequeño neceser con todo aquello que me parece más o menos necesario, el libro que voy a empezar en cuanto me suba al tren -15 maneras de decir amor, de María Frisa-, un cuaderno nuevo por si quiero escribir, y millones de cosas más.
Siempre me pongo nerviosa cuando salgo de viaje. Como si fuera la primera vez. Y me despierto varias veces la noche anterior. Y amanezco a las ocho de la mañana aunque no tenga que irme a Chamartín hasta pasadas las doce. Por eso me estoy tomando ya el segundo café y aprovechando el rato, porque ya tengo todo preparado y quedan dos horas hasta que salga de casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hermana también tiene mi maleta grande, y no la suelta.
Yo la noche antes de un viaje no es que me despierte varias veces, es que me cuesta mucho dormir, y luego lo hago muy tarde, con lo que a la mañana siguiente estoy baldada, si no me quedo frita, que es mi especialidad.
Buen viaje y que disfrutes mucho. Yo también me voy unos diítas al norte, mañana, a Galicia esta vez. Va a estar bien quitarse de estos calores.

Cris dijo...

¿Qué tal Galicia, Iwi?.
Tengo muchas ganas de escaparme a Galicia.
De momento no he recuperado mi maleta grande, quizás no vuelva a verla nunca ?¿?¿.