
Ha sido un buen día. A veces, me resulta delicioso viajar sola, con una maleta pequeña, con muchos libros y poca ropa. He empezado a leer en el avión “Por qué los españoles comunicamos tan mal” de Manuel Campo Vidal, y casi lo he terminado ya, es muy ameno y está plagado de ejemplos prácticos sobre el tema, que me interesa mucho.
Aunque estoy cansada, después del concierto del viernes, la boda del sábado, y el viaje de esta mañana, he estado paseando por el Sardinero, siempre tan maravilloso, y me ha cogido la tormenta a medio camino de vuelta al Hotel Hoyuela. Una lluvia gorda y estrepitosa, que me ha hecho sonreír como una imbécil mientras me caía en la cara.
Estas semanas, fuera del espacio habitual y del tiempo establecido, me dan aire para seguir con la rutina. Van a ser cinco días disfrutando de la soledad, de la lectura, del curso, de los paisajes hermosos, de un cielo y un mar vivos y dinámicos, conociendo gente nueva, escapando algún rato a tomar algo con antiguos amigos. Estas son las cosas que me dan la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario