sábado, 14 de junio de 2008

Hoy Lorenzo cumple 30 años

Cuando le conocí había oído hablar tanto y tan bien de él que me decepcionó. Me pareció un tío simpático, pero no me volvió loca. Él estaba nervioso aquel día de marzo que entró en la redacción porque acababa de tener un accidente de coche. Yo volvía de unas mini-vacaciones de cuatro días en Cádiz relajada y morena. Me preguntó que me había pasado en la muñeca izquierda que llevaba vendada y que cubría la herida que me ha dejado una cicatriz con la forma de Sudamérica en la mano, de por vida. Primero estuvo blanca, pero con los años se ha vuelto oscura.
Trabajábamos juntos. Él era técnico de sonido y yo becaria. Fuimos conociéndonos poco a poco. Me gustaba hablar con él, me divertía horrores, me hacía reír.
En junio de 2003 cumplió 25 años, recuerdo perfectamente que era sábado y que no supe si regalarle algo o no, porque teníamos tras aquel corto periodo de tiempo, muchísima confianza, una confianza inusual, como si nos hubiésemos conocido ya antes, como si la confianza hubiera venido de fábrica. También me acuerdo de que me parecía un tío mayor, maduro, centrado, que trabajaba y que tenía las cosas claras.
Desde entonces, han pasado 5 años, y muchas cosas entre nosotros, y otras muchas ajenas a nosotros dos. Unas buenas, otras malas, unas importantes, otras insignificantes, pero todas, nos han colocado en el lugar y en el momento exacto en el que estamos ahora.
Hoy Lorenzo cumple 30 años. Y yo soy feliz de poder celebrar este día a su lado. No porque le quiera, que también. Pero hay un millón de razones más.
Porque me hace sonreír todos los días, porque me gusta hacerle la vida sencilla y agradable y él siempre me lo pone fácil, porque desde que nos conocimos no ha habido un sólo día en el que no me haya dicho lo guapa que estoy –lo esté o no- porque conseguimos convertir en una fiesta cada pequeña cosa juntos: desde el primer café de la mañana, hasta una excursión de jornada completa a Ikea. Desde ir al cine, hasta cuidar a su sobrino juntos. Desde hacer la cena, hasta improvisar un viaje de fin de semana a cualquier destino. Porque me apoya siempre, aunque no esté de acuerdo de mi. Porque siempre, desde el principio, creyó en mi. Y con la misma intensidad que cree en mí, y que cree en sí mismo, cree en lo nuestro. Porque me ha pedido que vivamos juntos y yo le he dicho que si.
Hoy es su 30 cumpleaños y no he comido con él. Y le ha molestado un poco. Pero Loren no se enfada por tonterías, así que ya está solucionado. Recuperaremos el tiempo perdido esta tarde, como siempre me dice “Tenemos toda la vida por delante para estar juntos, princesa”.
Suele echarme en cara, entre risas, que nunca escribo sobre él en la Croqueta. Aunque no es verdad, porque mi Croqueta, como mi vida, está completamente impregnada de pequeñas partículas suyas, es cierto que nunca le había dedicado un post y hoy se lo merece especialmente, porque hoy cumple 30 años.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues feliz cumpleaños para él (aunque no tengo el placer de conocerle)

Besos

Lara

Unknown dijo...

Dejá vu!
Cuidaté morena!!!

Pablo G. dijo...

Felicitalo de mi parte aunque sea con retraso y me alegro un montón por los dos por las líneas que leo. Un abrazo

Cris dijo...

Le haré llegas las felicitaciones!!!va a encantarle. Gracias