viernes, 11 de abril de 2008

Viernes de abril, siempre tan torcido, abril

Preparaba un post gracioso, divertido, bien pensado, para hoy, porque es viernes, porque empieza el fin de semana, porque llevo toda la semana contenta por la lluvia que no cesa, pero ya casi se puede oler la primavera, porque últimamente estoy llenando muchos cuadernos de ideas y eso me encanta.
Pero acaba de pasar algo que me ha contrariado, que me pone nerviosa, porque daña a alguien que quiero mucho.
Así que hoy no puedo publicar nada gracioso.
A cambio, os dejo algo que escribí hace algún tiempo…espero que os guste.

No hizo falta que le dijera nada. Lo vio en mis ojos. Dame un abrazo, me dijo, y no te preocupes, saldremos de esta. Dejé la maleta en el suelo, y me sacudí la capucha, que estaba empapada. Dos minutos después mi mejor amiga, mi hermana del alma, mi comadre, reapareció en el salón con dos cafés, uno en cada mano.
Bueno, dijo, cuéntamelo todo.
Yo no sabía que decir, así que empecé a dar pequeños sorbitos al café, mareando la taza de una mano a otra, y traté de ordenar mis pensamientos para ser capaz de contarle las cosas tal y como eran, si es que yo misma sabía cómo eran las cosas, que lo dudaba.
Solo pude pensar en que no fui capaz de sonreír la última media hora que pasamos juntos, angustiada y presa del pánico. Si había algo que a él le gustaba de mí, era verme sonreír, y yo no había sido capaz de sonreírle para que se quedara un poco menos solo y un poco menos confuso bajo la lluvia, en el aeropuerto.
Ya sabes, comencé, que me gustó desde que le vi. Me gustó su mirada. Me gustó su boca. Me gustó su forma de hablar. Me gustó su sonrisa. Y sobre todo me gustó darme cuenta de que yo también le gustaba.
Decir que fue un flechazo sería un topicazo de lo más recurrente y además no es verdad. Pero sí fue un encuentro afortunado, una especie de energía magnética entre los dos, miradas cruzándose, palabras asaltándose, risas acompasadas. Conectamos desde el principio, por eso, precisamente, salí de la entrevista de trabajo sabiendo que no me llamarían nunca. Pero me llamaron. Y trabajamos juntos un año. Y fue un elemento esencial en mi vida. Y luego salió de ella. Y luego pasaron algunas cosas. Y ahora esto. Y ahora qué.




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es este juego llamado vida, en el que nunca sabes cómo todo termina.

En serio, en un segundo todo puede dar un giro de 360 grados. Tan sólo hay que intentar estar preparado.

Ánimo y no te sientas tan melancólica. Todo pasa, incluso abril, incluso si nos lo han robado.

Cris dijo...

Ya queda solo la mitad de abril...gracias, petite.

Anónimo dijo...

joer, primero fue febrero, luego marzo, ahora abril.
a ver si levantamos cabeza de una vez.

Cris dijo...

Iwita, mi jefa, que es una mujer excepcional, y con un sexto sentido increíble, dice que este año va a ser un año terrible, porque es bisiesto. Lo peor es que me la creo del todo.

Anónimo dijo...

pos vaya.

Cris dijo...

A ver si rompemos el maleficio...