martes, 15 de abril de 2008

Insomnes

Madrugada del domingo al lunes.
Nos encontramos en el pasillo, 5.32h de la madrugada. Insomnes. Ella salía del baño. Yo, deshaciendo el camino de la cocina a mi cuarto, con un vaso de leche en la mano.
Nos cruzamos las miradas somnolientas sonrientes.
Qué, no puedes dormir…no. Y tú. No, tampoco.
La luz de la luna entraba por la ventana del salón, iluminándolo.
Nada hay peor que una noche de domingo en blanco, pensando que a las 7.30h del lunes –y del martes, y del miércoles, y del jueves, y del viernes- sonará el despertador.

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