sábado, 3 de enero de 2009

Cielo estrellado

En Madrid nunca veo las estrellas.
Muchos días no se ven.
Y la mayor parte de las noches no tengo tiempo ni de mirar si están ahí.
El otro día en Esles, al salir del hotelito, Montero de la Concha, el cielo estaba cuajado de estrellas, como hacía tiempo que no lo veía. La noche estaba completamente despejada, con un cielo cristalino, y mirase donde mirase había un millón de estrellas. Más baja que el resto, pero mucho más brillante, la estrella que primero sale, Venus.
Me hubiera quedado mirando ese cielo tan espectacular durante horas, siempre me ha gustado mirar las estrellas, y dormir al raso. Qué pena perder algunas costumbres que me hace sentir tan bien de una forma tan facil.

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