lunes, 26 de enero de 2009

No se estudiar



Una cosa es hacer trabajos. Sean individuales. Sean de grupo. Ensayos, casos prácticos, hasta de sumar y restar contabilidad o finanzas, que es lo que peor se me da. Son trabajos al fin y al cabo.
Otra muy distinta es sentarte enfrente de un tocho y estudiar. Eso, se me había olvidado del todo y es casi peor que como lo recuerdo -muy muy vagamente- en mis peores pesadillas estudiantiles.
Esta semana tengo dos exámenes y no se cual me da más pereza de los dos. Tambien ando arrastrando un par de trabajos, pero eso me preocupa menos.
Está claro: no se estudiar. Me leo los apuntes, los entiendo, me hago un esquemita, pero cojo una idea relativa de la cosa. Vamos, que lo aprehendo como me da la gana y lo aplico como me sale del pie. Como en el máster del universo jugamos siempre al método del caso, que no tiene una, sino múltiples soluciones, pues de los ejercicios entregados, no sé que he entendido bien o de qué he hecho una interpretación libre, por lo que voy al examen tan pez como antes de hacerlos.
Sólo de ver los apuntes esparcidos por encima de la mesa del salón, los rotuladores de colores, el ordenador abierto...me entra una pereza que me muero. No sé cómo es posible que yo haya estudiado dos carreras, porque no se estudiar, es un hecho.

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