viernes, 9 de enero de 2009

Con la nieve llego el caos

Aunque vivo en la periferia, esta mañana, al salir de casa no estaba nevando. Me ha extrañado tener varias llamadas perdidas de la oficina de antes de las 9. Cuando he devuelto las llamadas me he enterado de la NOTICIA: en Madrid estaba nevando copiosamente y había problemas para acceder a los garajes, muchos resbalones y gente abandonando sus coches en doble fila.
Cuando ya iba por Alcorcón es cuando he empezado a darme cuenta de que la nevada era seria. Pero bueno...parecía que estaba todo bastante fluído así que he seguido...he seguido hasta que era demasiado tarde. He estado 2 horas y media en el coche, me he quedado sin batería en el teléfono móvil, y eso no es lo peor, lo peor es que cuando he conseguido llegar a la zona de la oficina, las calles estaban cortadas y no podía acceder por ningún lado. Así que he decidido volver hacia atrás y buscar algún sitio dónde dejar el coche...gran idea...si no fuera porque la había tenido medio barrio...he callejeado un poco y es cuando ha empezado lo peor: el coche patinaba, no podía circular, hasta que he llegado a un punto en el que "ni para adelante, ni para detrás". Se me ha encendido el piloto que anunciaba que me estaba quedando sin gasolina y me he empezado a asustar. He visto la luz al descubrir que en la calle a la que no sé ni cómo había llegado, los coches estaban aparcados en una fila en el medio -haciendo una falsa mediana- y aun quedaban un par de sitios. Y ahí me he colocado como he podido.
Entonces he reparadado en que iba en tacones...¿Cómo iba a caminar los 15 minutos que calculaba me faltaban hasta la oficina?. He recordado que tenía unas cutre zapatillas de deporte en el maletero para las emergencias...¡¡¡estábamos en una emergencia!!! así que agarré mi paraguas y me calcé las zapatillas y emprendí camino de la oficina. Antes, he tenido conversaciones amables con varios desconocidos, sobre la nieve, sobre qué previsión la de mis zapatillas, sobre el grandísimo paraguas que llevo en el coche, sobre los golpes y los sustos.
Entre pitos y flautas he llegado a las once y media de la mañana a la oficina, mojada, helada y sobretodo muy preocupada, porque tenia que recuperar mi coche mal aparcado en ese barrio desconocido y sobretodo, volver a mi pueblo. Y seguía nevando.
Evidentemente en la oficina nadie estaba trabajando: unos hacían fotos, otros miraban la nevada por la ventana, otros han bajado a tocarla y los más hablaban con amigos y familiares para saber si estaban atascados o si habían conseguido llegar a trabajar o si estaban en casa disfrutando del frío y la estampa.
Como los críos.
Yo, como los críos, me he saltado el cole, para estar a salvo en casa. Ahora parece que está todo solucionado.
Madrid hoy ha estado completamente colapsado por la nieve, está claro, que no estamos muy preparados para las nieves copiosas en Madrid...muchos se han consolado con el clásico "Año de nieves, año de bienes", ¿será verdad?.
*La foto es obra de Navarrete, desde la ventana que compartimos.

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