martes, 4 de agosto de 2009

No caigo bien

No le cago bien a mi vecino de despacho. No le gusté desde el día que llegué. No sé muy por qué, porque no nos ha pasado nada, pero no le caigo bien. Y yo no lo soporto. No es que no le soporte a él, es que no soporto tener esa sensación de que le caigo mal, que me mira con un ligero desprecio, que no me deja hablar, ni explicarme, que no me aprueba.
He leído hace poco...creo que ha sido en la Crónica del desamor de Rosa Montero - ¿o no?- la importancia de aprender que es imposible caer a todo el mundo, el descanso del alma cuando se da cuenta que es algo que no puede decidir uno mismo y deja de darle importancia, y se relaja en ese aspecto.
A mí siempre me ha causado un desasosiego tremendo no caer bien, no gustarle a la gente sin motivo aparente. En los últimos tiempos parecía haber controlado bastante este tema, pero...regresa de nuevo con fuerza esa sensación cada mañana al llegar al despacho y mirarnos el uno al otro. Ni siquiera me he planteado aun si él me gusta a mí como persona, si me cae bien, o si lo apruebo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también llevo mal eso de no caer bien, pero es verdad que no siempre es posible. Paciencia y a ver si le hacemos cambiar de opinión. ¿No sería posible ir a tomar todos algo después del trabajo?

Cris dijo...

mmmm, maybe...quizas pueda "trabajar" para hacerle cambiar de opinion...