martes, 24 de marzo de 2009

A veces pienso en cerrar

Cuando leí que Curro cerraba el blog, o mejor dicho lo entornaba, porque va a seguir colgando sus artículos, le entendí por completo. De escribir a diario he pasado a no poder hacerlo casi ni una vez a la semana. Y me pesa. Me he planteado echarle un candado temporal, pero no termino de decidirme: "Quizás, sólo quizás, la semana que viene tenga menos reuniones. Quizás haya menos marrones esperando los lunes a primera hora en la bandeja de entrada del correo electrónico. Quizás no viaje tanto. Quizás no necesite discutir con nadie para poder hacer mi trabajo. Quizás tenga un poco más de tiempo. Quizás...".
Las semanas se suceden y el milagro del tiempo sigue sin darse: los días siguen teniendo 24 horas y las horas siguen teniendo 60 minutos, por más que yo tire de un lado o de otro.
Estaba tan agotada mentalmente la semana pasada, que al puente del padre, sólo le pedí irme de viaje sin ordenador, sin correo electrónico y sin teléfono y funcionó y pude disfrutar de tres días en Lisboa alejada de la realidad y conectada conmigo misma.
Lisboa me ha gustado mucho, aunque el tráfico es casi peor que en Madrid -tardamos más de una hora en entrar en la ciudad, cruzar el impresionante Puente del 25 de abril y llegar a nuestro hotel- y la Plaza do Comercio (calificada según mi guía de viaje, como "La Plaza más hermosa del Mundo") estaba en obras.
Aun quedan mercerías de las de antes, que ya es casi imposible encontrar en muchas zonas de España y hay tantas zapaterías que no me daban los ojos para mirar los escaparates. Y el Barrio Alto, que es como una especie de la Latina pero en portugués es muy agradable, con un montón de tiendas pequeñitas y de restaurantes minúsculos, acogedores y bulliciosos. Perfecta la cena romántica y buenísima en el restaurante O Barrigas, que os recomiendo muchísimo si vais de viaje a Lisboa.
Había tantos españoles por la calle, que casi he oído hablar más español que portugués. Sólo puedo recordar esa canción de Sabina, divertísima, que cada poco tiempo podemos volver a reutilizar: "¡Joder con la crisis!, ¿dónde está la crisis?".
Resumiendo, que el puente me ha sabido a poco, que he vuelto con fuerzas renovadas, aunque hay veces que una sola reunión de lunes por la mañana se puede torcer tanto que las fuerzas, por muy renovadas que estén, se van al traste, pero...por mucho que duela...después de ese lunes chungo, viene un martes, con un poco más de aire, con una noticia excelente en sí misma que si se concreta será la leche y que no puedo contar porque no quiero que se gafe, y...con sólo nueve días laborables por delante antes de la Semana Santa.
Decidido: no cierro el blog.

2 comentarios:

Olga dijo...

No lo cierres. Sobrellevamos que no se escriba, pero no la certeza de que no se escribirá.
A mi me pasa igual. Pero me niego a darles la razón a todas mis ocupaciones.
Resiste...
Por ejemplo, ya he tomado nota de lo que cuentas de Lisboa (en mi lista de tareas pendientes, subapartado viajes).

Anónimo dijo...

Has tomado la decision correcta.
Tus fans te lo agradecemos!!