viernes, 13 de febrero de 2009

30 velas como 30 soles

El día de mi 30 cumpleaños, amaneció soleado, como llevábamos meses sin ver.
Cuando miré por la ventana me invadió una sensación increíble: una mañana tan soleada puede incluso cambiar la perspectiva de mi vida.
La noche anterior, tuve una cena de celebración absolutamente deliciosa con mis amigas, en un sitio que me encanta: El Séptimo. La comida está buenísima. Ya iba con buen rollo en el cuerpo desde la cena, pero aun así, el maravilloso sunny day ayudó: el buen rollo me duró todo el día, así que podemos decir que he inaugurado los 30 feliz, muy feliz.
He recibido algunos regalos geniales: los mejores, sin duda, unos pendientes que parecen diseñados para mí, que me han regalado las selectas-siempre, siempre, siempre aciertan- un cuadro, del que me encapriché en un escaparate hace meses en Santander, y que me encanta, para la habitación, de mis incondicionales, y un viaje a Lisboa en el mes de marzo, que no puede apetecerme más, de mi media-mitad, que será una celebración más íntima. Y es que, como ya amenacé, este año pienso estar celebrándolo hasta navidades, así que aunque ya ha pasado, aun nos quedan muchas celebraciones por delante: Lisboa es la siguiente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades, me alegro de que el día de tu cumple haya sido genial :)

Anónimo dijo...

Felicidades, y que disfrutes mucho esos regalos. Ya verás, los treinte son todavía mejores ;)