jueves, 27 de marzo de 2008

Recuerdos inolvidables

Hace poco tiempo estuve en Sevilla, en un viaje de trabajo intenso, como son todos los viajes de curre, de día y medio.
Sevilla me encanta. He pasado algunos de los mejores momentos de mi vida en esa ciudad, cuando todavía era una adolescente y estaba más loca que ahora. Durante varios años, hace ya mucho tiempo, salí con un chico sevillano –más concretamente de Marchena, un pueblo precioso-alto, divertido y guapo. Estaba loca por él y él por mí, y juntos aprendimos muchas cosas sobre el amor, las relaciones, y la vida.
Un día empecé la universidad en Madrid y él en Sevilla, nuestras vidas tomaron caminos divergentes y un día con 20 años se separaron, nos dijimos adiós y aunque nunca hemos perdido el contacto del todo, pasaron cinco años hasta que volví a verle y desde esa ocasión hasta esta última han pasado más de dos.
Tenía una cena de trabajo y quedé después con él. Fuimos a una terraza a tomar una cerveza –bueno, yo un tinto con limón-. Charlamos durante horas, nos reímos, nos pusimos al día de toda nuestra vida, rememoramos recuerdos inolvidables… esa noche me di cuenta de que tenemos un vínculo especial que durará siempre, porque podemos hablar de todo y porque con mirarnos nos entendemos. Además, tenemos una forma muy similar de ver la vida. Esa noche disfruté muchísimo de aquel chico del que estuve enamorada y que hoy es un gran hombre. Le deseo todo lo mejor, pero lo mejor del mundo, porque se lo merece.

2 comentarios:

Zinar Ala dijo...

Es que los amores en la adolescencia tienes una intensidad y un sabor que no se borran de nuestra memoria.

Cris dijo...

Tienes razón, zinar ala. Como los amigos de la adolescencia. Como las risas de la adolescencia. Todo está por estrenar, todo es nuevo, todo se vive con una intensidad maravillosa.