miércoles, 14 de octubre de 2009

La decepcionante primera eco

Ya sé que no es lo habitual decir esto, pero, la primera ecografía fue una decepción. Después de pasar diez días aferrada a la taza del baño, con un mal cuerpo inexplicable, me pedí una semana de vacaciones de las que aun tenía pendientes en 2009 y me marche a España, donde tenía dos bodas en una semana y con la idea de aprovechar y ver a mi ginecólogo. Lo pase fatal en ambas bodas, sobretodo en la segunda porque estaba malísima, y haca muchísimo calor, pero conseguí hacerme los primeros análisis, que el ginecólogo me diera Cariban para los vómitos y pedir cita para la primera ecografía.
Tengo que decir que yo nunca, nunca, nunca, veo nada cuando una madre orgullosa me enseña una ecografía de su bebe, ni tampoco he visto gran cosa cuando el ecógrafo en las revisiones se ha entregado explicándome donde esta mi ovario derecho, el izquierdo, el útero… para mi podía ser una foto aérea del escondite de las armas de destrucción masiva en Irak: lo veía exactamente igual de claro.
El ecógrafo habitual estaba de vacaciones y la sustituta estuvo por lo menos un cuarto de hora dale que dale hasta que encontramos la bolsa. La bolsa era una cosa negra, y bueno, dentro se veía un puntito que parpadeaba muy rápido: esos eran los latidos, algo con un poco de encanto, al menos. Lo peor fue cuando, después de un buen rato, nos dijo: “os voy a mandar de urgencias al hospital” y se callo durante los siguientes cinco minutos dejándonos a los dos con cara de imbéciles.
Tras el silencio nos explico que, pese a ver solo un feto, escuchaba dos latidos y prefería que me lo viesen en urgencias. Así que para allá que nos fuimos, viernes por la tarde, con un atasco de muerte y un poco pasmados por la situación.La segunda eco fue igual de decepcionante pero más rápida, como de 30 segundos, y me dijeron que todo estaba bien, así que nos fuimos: mi santo aliviado después del susto –y recuperando poco a poco su color normal- y yo sintiéndome igual de indispuesta pero no muy embarazada, la verdad.

3 comentarios:

Olga dijo...

Pero ¡Por Dios! ¿Hay dos corazoncitos con sus latidos o uno con eco?
Que nos cuentas sólo parte del cuento.

Cris dijo...

jejejejej, nunca se supo porque se oian dos latidos... un misterio!!! solo hay un niño y un solo corazon...

Olga dijo...

Niña, en tu interior hay eco. Ten cuidado con las corrientes. No se te acatarre y te llene de moquitos.