martes, 2 de noviembre de 2010

Herencia genética ante las situaciones de estrés

Herencia genética o aprendizaje, no lo sé. Quizás mezcla de ambas. De mi madre he heredado las ganas de vomitar cuando estoy estresada. De mi padre el insomnio al amanecer. Y, aquí me encuentro, con el estómago revuelto y los ojos como los de un búho al filo de las cuatro y media de la mañana. Un día de estos contaré lo que me pasa: aun lo estoy digiriendo.

4 comentarios:

Olga dijo...

Todo requiere un tiempo. Quizá más del que nos gustaría. Pero bueno, no se muy bien la receta para mejorar eso.
Sea lo que sea, ¡Animo!

Cris dijo...

Muchas gracias!!! los ánimos ayudan....

Juan Pedro dijo...

Mucho ánimo, Cris. A ver si escampa. Recuerda que el destino pone los exámenes más difíciles a los mejores alumnos.

Anónimo dijo...

Un mes sin escribir! Por qué Cris? Me encantaba leerte... No lo dejes eh!Un besito. Martha Suñer.