miércoles, 13 de enero de 2010

La vuelta al cole

Efectivamente: el lunes no pude llegar al trabajo, ni salir del Nidito, bloqueado por la nieve.
Trabajé desde casa, lo que me sirvió para, bendecir las tecnologías y el teletrabajo, y para limpiar el correo, que es una cosa que siempre lleva tiempo y aburre después de las vacaciones.
Pero el martes, si, el martes me reincorporé del todo a mi vida: a los asombrosos atascos de Madrid a las 7 de la mañana, al frío y a la lluvia que nos ha perseguido toda la semana en la ciudad, en este duro invierno como no se recordaba otro, a las noticias en la radio del coche cuando aun es de noche, a las historias que a veces dan miedo y a veces dan risa de la oficina, del departamento, de los compañeros. Al cansancio mortal al filo de las diez de la noche, que me deja kao en el sofá, después del madrugón, de los largos traslados en coche, de trabajar ocho horas, y de tener siempre algo urgente que hacer después de salir del curro.
Y contra todo pronóstico, ya es jueves, y lo único que puedo decir es cómo lo echaba de menos: todo; esta es mi vida y no quiero otra.
He vuelto del todo, sin duda.

1 comentario:

Olga dijo...

Algunas veces, es bueno alejarse un poco. Con la distancia, puedes valorar lo que tienes y lo que quieres. Y ver si coincide.
algunas veces decimos que queremos cambiar. Pero en el fondo puede que sólo sea cansancio pasajero.
Bienvenida.