
Desde que regresé a Madrid he ido retomando alguno de mis vicios poco a poco: he leído un par de libros, he vuelto a conectarme a Internet, he ido de compras, he vuelto a cocinar, he visto las noticias, y he acudido a algún que otro compromiso social.
Y hoy se terminan las vacaciones. Mañana vuelvo a la oficina de Madrid, después de seis meses fuera: hay muchos cambios a mi alrededor, y no tengo ni idea de lo que voy a encontrarme durante los próximos meses; pero como yo estoy inmersa en una metamorfosis total de mí misma, por una vez, no es que no me den miedo estos cambios, es que no me están afectando casi nada.
Y además de volver a trabajar, y de regresar a mi vida, vuelvo a tener ganas de escribir.
1 comentario:
Todo tiene su momento. No me extraña que lo de fuera te afecte menos ¡Con toda la revolución interna que te acontece!
Me alegra volver a saber de ti. ¿¿Ya leiste dos libros?? superas en 1.5 la media nacional - y, por tanto, a mi si no son de fisioterapia-.
Y no tengo tan claro que mañana puedas ir a trabajar. Mi barrio está intransitable. Y mi calle -secundaria- más todavía.
Publicar un comentario