jueves, 12 de noviembre de 2009

Maravillosos olores del invierno


Hoy al salir del metro las calles de mi barrio me han olido a una mezcla de chimenea y castañas...maravillosos olores del invierno. Maravillosos olores con recuerdos de Navidad.
¿Chimeneas en medio de París? me he preguntado extrañada...luego me he dado cuenta que yo tengo dos chimeneas en el salón, quién me dice a mí que no haya vecinos que aun usen las suyas, aunque en mi piso de alquiler estén clausuradas y aunque yo me muriese de miedo de encender una chimenea en el salón de un piso, pero eso es porque yo soy bastante miedosa con el fuego.
Me ha encantado, y he ido andando muy muy despacito el tramo que separa la boca de metro de mi portal para disfrutar de ese olor un poco más de tiempo...
Me han dado tantas, pero tantas ganas de estar en casa, abrazarme bajo una manta en el sofá y oler las chimeneas de los vecinos...

3 comentarios:

Olga dijo...

¡¡castañasssssssssss!!¡¡chimeneaaaa!!
¡Cómo me gustan ambas cosas! Cuando vuelvo de Segovia, siempre me huele la ropa a leña y lo saboreo. Yaa te digo.
Hay olores que hacen sonreir.

Cris dijo...

Y lo mas genial es que son muchos esos olores que hacen sonreir!!!

Olga dijo...

Este puente de diciembre pasé por París y recordé este post. Lo recorde cuando arrobita y yo nos escapamos y dejamos a la familia viendo el louvre y volvimos andando hasta el hote. Paseando y disfrutando de nuestra pequeña intimidad, disfrutando de su ciudad. Y en un momento dado, olisqueé el ambiente como hacen mis gatos y dije "Aquí huele a chimenea".
El aire de aquella amplia avenida olia a leña y fuego. Como mi casita en el pueblo.
Y sonreí.